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Las Islas Columbretes no son un parque de atracciones ni un simple destino turístico, sino un tesoro de naturaleza virgen. Visitar este lugar no es solo una excursión, sino una experiencia única donde el respeto por la naturaleza es primordial. Es un viaje al pasado, a un mundo aún puro e intacto. Déjate inspirar por este entorno espectacular y redescubre lo que realmente importa en la vida. ¡Disfruta de esta experiencia única!
Las serpientes
Las serpientes que dieron nombre a las Islas Columbretes probablemente llegaron de esta manera. La vecina costa levantina sufre cada año fuertes lluvias que llenan los secos barrancos con poderosas inundaciones, llevando una gran cantidad de escombros y vegetación al mar. El Delta del Ebro contribuye de manera similar a este potencial suministro de náufragos. Aunque el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid alberga un espécimen de las serpientes que fueron erradicadas en las islas, no ha sido posible identificar de qué especie se trataba, ya que el origen del espécimen es dudoso. Se cree que lo más probable es que fuera la víbora de Lataste (Vipera latastei), que es endémica de la Península Ibérica.
Escorpiones
¡Eso es fascinante! Las Islas Columbretes parecen tener un ecosistema único y diverso. La presencia de escorpiones Buthus occitanus sugiere una llegada relativamente reciente, ya que aún no han evolucionado en especies endémicas separadas.
La familia Tenebrionidae de escarabajos, que incluye especies como Alphasida bonacherai y Tentyria pazi, es particularmente interesante. Su adaptación a ambientes secos y de estepa apunta a un posible origen norteafricano. Otros Tenebrionidae notables en las islas son Pimelia interjecta, Scaurus vicinus, Scaurus rugulosus, Blaps gigas y Blaps lusitanica.
Lagartos
Hay cuatro poblaciones aisladas de lagartos en el archipiélago, en diferentes islotes, especialmente en la isla de Grossa. Aunque estos lagartos tienen muchos insectos para comer, hay un alto grado de canibalismo: los lagartos adultos se alimentan de huevos y crías.